Danny Javier Olivares Diago
Así fuimos cerrando aquella conversación. Tal vez como a muchas personas se nos ha inculcado o educado en que primero debemos pensar en el otro antes que en nosotros mismos, “si tu estás bien, yo estoy bien”, “si eres feliz, yo soy feliz”, “si no te gusta, no lo hago”, “si tu lo necesitas tómalo, yo me las arreglaré”… es una delgada línea entre la generosidad, la empatía (ponerme en el lugar del otro) y una baja autoestima.
Por lo general, vivimos bajo la normalidad cultural o social, en la cual lo regular y hasta obvio es enfocarme en conseguir un buen empleo o ni siquiera bueno es la palabra, un empleo bien remunerado, con esto puedo tener mucho dinero, para satisfacer otros “teneres” como casa, carro y beca, para hacer cosas importantes y así lograr ser alguien en la vida. La jerarquía ideal para la actualidad según Bucay (2014) es TENER, para HACER y así poder SER. Sin embargo, el mismo autor expone que es lo contrario, necesitamos SER, siendo nosotros mismos logramos HACER y así TENER lo que realmente importa para nosotros, se resume en felicidad.
¿Pero es que si yo hago felices a los demás, por que no van a hacer lo mismo conmigo?
¡¡Falso de toda falsedad!!
La única persona responsable por mí felicidad soy yo mismo. Examinemos diferentes panoramas, en el primero yo vivo por los otros o para lo que socialmente debo vivir que es carro, casa, beca, y el otro panorama en el que me dedico a mí mismo.
En el primer panorama nos enseñan a dedicarnos a los demás como si fuéramos nosotros mismos, es como una ley, pero al heredárnosla dan por hecho de que nos amamos y aceptamos plenamente y ahí está la falla, nos enseñan a valorar más lo externo que lo interno, entonces al aprender a vivir de esta forma nos esforzamos y enfocamos en satisfacer todas esas necesidades impuestas y externas, el tener un empleo bien remunerado con el cual comprar o poder adquirir ciertas cosas y esto es dándole significado a la convención cultural en la que como vacas para el matadero, hacemos lo que hay que hacer por que sencillamente hay que hacerlo, sin importar si eso va conmigo o no.
Me convierto en un experto a la hora de satisfacer a los demás, consigo ese empleo, invierto toda mi vida y mi energía en esas metas para sentirme solo, vacío y llegar a la conclusión de que no he hecho nada en mi vida, si, a lo mejor seré considerado como una persona exitosa que logró acumular una gran riqueza, una bonita familia, muchos amigos… pero por dentro me siento solo y vacío, nada me satisface y todo por que no fui para mí, convenciéndome de que mi felicidad era lo que todos sabemos que nos hace felices, pero no, resulta que al ser único mi felicidad se encuentra en otras cosas, situaciones, sentimientos o emociones. Mi identidad.
En el otro panorama me enseñaron o aprendí a conocerme y vivir para mi mismo. Me di cuenta que lo mas importante en la vida es hacerme feliz a mi mismo, que lo que quieren los demás es tan valioso como lo que quiero para mi mismo y que soy yo quien decido sobre mi vida. Muchas veces me he encontrado con personas, generalmente adultas sobre los 20 o 40 años, que se sienten vacías, desmotivadas, tristes… al revisar, son personas que llamaríamos exitosas a nivel profesional, familiar pero sienten ese vacío, no les ha pasado nada malo, no están enfermos, aparentemente todo esta bien, pero siguen sin darse cuenta de donde viene ese sentimiento o que lo produce o que les falta. Pues la respuesta nos lleva a el ser yo mismo o dedicarme a mi.
Estas personas han dedicado sus vidas a satisfacer o cumplir estándares pasando por encima de si mismo, es mas, ni siquiera se conocen o mas bien no se recuerdan. Dejaron de darse valor a si mismos dejando de lado hobbies, placeres, necesidades a un lado por cumplir en otros aspectos que llegaron a sus vidas. Por ejemplo el ser madres o padres, muchas veces es algo elegido, una decisión de pareja, otras veces no. El hecho es que un hijo es una gran responsabilidad pero consideramos que por que ya tengo esta responsabilidad debo olvidarme de mi para enfocarme en este nuevo ser.
No vamos tan lejos, una pareja, puede darse que dejemos de ser nosotros mismos para satisfacerla, entonces logramos mostrar ser una bonita pareja pero por dentro me siento vacío y completamente inconforme en esa relación.
Las responsabilidades adquiridas no excluyen nuestra responsabilidad primordial la cual somos nosotros mismos. Me gusta mucho utilizar como ejemplo el escenario de dos cocineros quienes van a preparar la misma receta, ambos cuentan con la misma educación técnica, los mismo ingredientes, las mismas herramientas y ambos tienen las mismas necesidades financieras. Sin embargo, el primer cocinero tiene este empleo por que no encontró otra opción, le gustan los restaurantes, pero sus sueños se centran en la administración, por ejemplo. El aprendió a cocinar por que era una asignatura en su carrera pero le interesa es administrar mas que cocinar. Hasta en cierta forma le molesta, pero no habiendo mas opciones cumple con su labor.
El segundo cocinero ama su oficio, lo satisface enormemente, de hecho se ha dedicado a profundizar en nuevas recetas, experimentando, tanto así y es tan fuerte su pasión que en ocasiones se siente reprimido al tenerse que limitar en las recetas estipuladas en el menú del restaurante. Sin embargo, invierte muchísimo amor en su preparación y a pesar de haberla realizado cientos de veces, el esmero, el entusiasmo y la dedicación con el que combina cada uno de los ingredientes es siempre el mismo.
¿que cocinero preferirían que les preparara la comida?
Tal vez los dos logren las mismas cosas en la vida, tal vez uno mas que otro pero ciertamente el segundo ha sido mas feliz que el primero al menos en su parte profesional y esto es debido a que el segundo se dedicó a si mismo, tuvo la fortuna y la valentía de enfocarse en lo que a él le hacia feliz, lo que lo apasionaba. Por tanto, al dedicarse a si mismo en su labor culinaria, puede permitirse compartir con los demás platos de calidad.
Al encontrarme conmigo mismo, conocerme y cultivarme, crezco como persona y eso es lo que voy a compartir con los demás. No haría las cosas por cumplir, por que debo estar, por que se debe hacer, sino por que me nace y eso me traerá felicidad la cual se contagia.
Puede pasar que en ocasiones nos encontremos con empleos o situaciones que no nos satisfacen, incluso ni nos gustan, sin embargo, tengo metas claras y juego con mi motivación dándome la oportunidad o no de explorar en esas experiencias. Tal vez el primer cocinero no se siente feliz con el cocinar, pero se ajusta a su situación, decide aprender todo lo relacionado con el funcionamiento de una cocina, el balance de ingredientes que deben permanecer en la dispensa frente a los que se van gastando, etc. Todo esto con el fin de en un futuro, después de haber ahorrado lo suficiente, establecerse y abrir su propio restaurante, el cual con su experiencia le permitirá una mejor administración. Tal vez en un principio no estaba ejecutando una labor que iba con su si mismo, pero al necesitar ese empleo se ajustó llevando su si mismo a lo que estaba realizando y cumplir con uno de sus sueños mas adelante.
Bucay, J. (2014). La magia de ser tu mismo. Ponencia presentada en Seminario Internacional Exposer 2014, Cali, Colombia.